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Nacimiento de Bruno


Me piden que narre mi parto, el nacimiento de Bruno. Y qué bueno porque fue ya hace más de año y medio y escribir tan bellos recuerdos debe ser imperativo para mi memoria y la de mi familia.

Fue el día más maravilloso de mi vida. Amé con locura la posibilidad de tenerlo yo sola, de tenerlo junto con Elías, su papa, como lo que somos, dos animales en medio de un proceso fisiológico natural, sin más metiches ni más, nada más nosotros tres, máxime después de una inne-cesarea que puso en riesgo la vida de mi hijo Sebastián lo que no me permitía correr un riesgo tan absurdo nuevamente, teniendo un cuerpo en magníficas condiciones para dar a luz.

Magistralmente, fue Bruno quien desde adentro orquestaba todas las emociones que subían y bajaban de tono. ¡Fue una fiesta! Inició una noche anterior, cuando por las  prominentes contracciones que estaban haciendo incómodo el dormir tuve que mantenerme parada, balanceándome, despertando ese instinto de lo que invariablemente estaba por suceder, sólo que no sabía cuándo. Ya estaba en el último día de la semana 42 de gestación, podía darse el desenlace en cualquier momento pero también podía no ser aun. Revisé el altar que había hecho con los cuatro elementos naturales: agua, tierra, aire y fuego; y con el quinto esencial que le daba sentido, el amor de mi familia representado en fotos, además de mi hermosa Madre Natu que tenía con flores y plantas. Todo estaba bien y solo quería moverme, pero tranquila, cadenciosamente sin que me interrumpieran, así que el ritmo me fue llevando al baile, a la música, a la compañía de Elías, y a disfrutar bailar en una bella entrega hasta entrada la madrugada. Mi energía sucumbió a la de él; me quedé aun despierta un rato más y después de buscarle, encontré una posición semisentada que fue la que más me acomodó para dormir.
Al día siguiente, como a las siete de la mañana, mis contracciones eran igual de intensas e irregulares pero sin ser molestas y el tapón mucoso seguía saliendo. Sólo quise reportarme con mi partera y así lo hice sin considerar que fuera el momento o el día. La conexión que habíamos hecho, la familiaridad y el gusto con que siempre nos vimos debió haber despertado su intuición de matrona, de saber que ya era el momento para acompañarme por lo que se dejó venir ella y la bella Sam, su aprendiz y una de las mujeres de más luz que he conocido en mi vida.. ¡Y la fiesta empezó!
Despaché a mi hijo mayor de tres años al colegio, avisé a mi mamá que se encargaría de la comida para que estuviera lista y Elías avisó al trabajo que hoy por lo pronto no iría a trabajar. En medio de la expectativa, llegaron los masajes de pies, de espalda, la plática llena de asombro por lo que el buen humor y la expectativa eran los ingredientes principales, las nueces, la deliciosa agua de piña que tanto se me había antojado durante todo el embarazo, la caminadita con Eli de la mano en el parque, en fin, todo mientras tomábamos consciencia que estar en las manos de la naturaleza era lo más divino y dar a luz lo más sublime.

Así pasaron las horas. En cada contracción sentía como se movía Bruno dentro de mí y no quería detener su propia danza, al contrario, quería sentirla, así que me dejaba llevar a donde la contracción me fuera llevando, jamás deteniéndola sino  dejando que su fuerza guiará a mi cuerpo en una especie de danza de taichí. Claro que hubo momentos en que me tomaron descuidada y sin estar flojita, pero las más, las esperaba con gozo.
Entrada ya la tarde y después de la sesión de fotos del rombo de Micalelis que se formó al término de mi espalda y de la línea púrpura, de nosotros todos felices, de Sebastián que ya había regresado del cole, etcétera, me metí en la tina para irme ambientando en el agua y en esa primera ocasión las contracciones y yo estábamos aun en armonía. Sin embargo ya en la segunda vez empezaron a mostrar su poder. Simplemente no me hallaba para tomarlas como quería. Habían posiciones que me recomendaban para acomodarme pero ninguna me daba el punto de equilibrio, de fuerza para pujar. Así estuvimos cuatro horas de expulsivo. Las mujeres de apoyo sin saber donde estarse, si conmigo o dejarme entrar en mi trance, yo sin saber si me gustaba estar con ellas o de pie o acostada, solo quería estar y ya, que el mundo se cerrara en ese instante para abrirle camino a mi bebé y estar con mi familia completa afuera, juntos..

Me metí a la regadera que no tenía cebolla, el agua me caía como chorro. No era tan delicioso pero era mi espacio. Elías me había ayudado a llegar ahí y le pedí cerrara la puerta del baño. Ya estaba cansada y decidí sentarme en el escusado, abierto con toda la intención por si sucedían algunas ganas de pujar y sí…. Si bien no podía según yo identificar lo que son ganas espontáneas de pujar o echarle propia voluntad en el pujo, cierto es que pujé… y sentí que Bruno descendió pero nada que salía, ya estaba segura que ora sí venia así que con una sonrisa en mi cara avisé a mi compañero que el aro de fuego estaba próximo … pero cuál fue nuestra sorpresa que no hubo aro de fuego, que salió con todo y mano en el cachete… ¡que alegría! Tal vez eso hizo que durara tanto y que fuera difícil el expulsivo pero la felicidad de verlo, bien, completo, fuera, sano y de la mejor manera, fue más allá de todo… gritamos al unísono: ¡Ya salió la cabeza! Y en eso en estampida entran Doris y Sam… Doris por abajo a ver  la cabeza y acomodar la mano y Sam por arriba con la cámara fotográfica… después, en el siguiente pujo ya salió el resto del cuerpo de Bruno.

Mandé llamar a su hermano para que lo conociera y estuvimos unos minutos ahí, en el baño hasta que me ayudaron a pasarme a la cama a descansar, la verdad no podía más, ni pujar, ni hablar ni nada, las piernas se me doblaban… no se que hicimos solo que pasaron cuatro horas en el que intentaba la lactancia y mi placenta no salía, también por otras cuatro horas, hasta que me amenazaron con llevarme al hospital si la placenta no salía, así que nuevamente me fui a mi espacio, a la regadera a sacármela ya con el cordón cortado.

Después de un delicioso licuado de placenta con piña que ayudó a reanimarme, me cosieron el desgarro que se me hizo. Me dijeron fueron dos puntos. Eran ya casi las cuatro de la mañana y Elías dormía con Bruno piel con piel. Se había realizado en vida el sueño de tener al fin a mi familia por mis propios medios, recibiendo al menor de mis hijos lo más calurosa y amorosamente posible por sus padres.

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Nacimiento de Paolo



Embarazada como cualquier mujer a las 28 semanas aprox ya con un ligero antojo de parir en agua...  Mi vida cambia por completo al ver “the bussiness of being born” mientras lo veía no paraba de llorar...  en primera porque me impresionaban las estadísticas, datos y costumbres que veía, hacia que mi corazón supiera mi deseo por un parto respetado, y por que mi bebe llegara a este mundo lleno de ternura amor y tranquilidad...  y la segunda razón de mi llanto era por ese “romper paradigmas”, sabía que mi marido me diría que estaba loca, mi mama, mi familia etc....  pero ignorar lo que acababa de escuchar y de ver en ese video no fue opción, me llegó tan directito a mi ser femenino, a mi genetica y en cuestión de segundos sabia que mi cuerpo estaba diseñado para parir a ese bebé perfecto que gestaba... en ese momento me sali de los cursos a los que asistía para prepararme y empecé como loca a hacer mi investigación desde casa... gracias a dios llegue con Lorena Pardeiro (ella vive en slp) angel de mi camino que me presentó y mando unos cds para prepararme a distancia con el hypnobirthing.... lei el libro y ese era mi curso,  en la liga de leche me encontré a mujeres preciosas llenas de poder, que amamantaban a sus bebés gordos, sanos y preciosos....  gracias a ese grupo llegue a mi segundo angel Samara Ferrara...  por rechazo de una doula anterior con la que hable y me dijo q no podia atenderme en saltillo... samara se puso en mi destino....  de forma perfecta, me ilusiono conocerla y una vez que la conocí sentí que su alma y la mía ya eran amigas....  platicamos horas pero nos conocimos y entendimos como si hubiesen sido años.... y lo senti mutuo!!
 

Después de charlas largas con mi marido...  en las que poco a poco lo iba preparando a mi deseo de parir en agua sin intervenciones, estuvo de acuerdo aunque me pedía que fuera en saltillo (pues habia la opcion de mty), y que fuera en un hospital....  a mi no me importo, me había referido con el Dr Gallegos del centro de Ginecología de saltillo... yaun que no me gustaba el lugar era la opción que me daba tranquilidad a mi y a mi marido, no debí conformarme, pero logre que Samara conociera el lugar y el dr. y que todos tuvieran impreso mi PLAN DE PARTO....  “no se por que siempre tuve la sensación que no iba a ser respetado mi plan....”

Ya amenazada en dos citas con el gine, que si no empezaba el trabajo por sí solo el recomendaba romper membranas porque Paolo venia muy grande y cabezon HAZME EL FAVOR!!!!! ( ahora no se por que no le dije ignorante y me sali de ahi) pero bueno.....   llego el dia en que debía tomar la decisión de si dejarme separar membranas o no, en una revisión a mi semana 40.4 el 19 de Septiembre del 2011!!!  estaba en la revisión y me hizo un tacto para ver si habia avance....  checo a Paolo que estaba perfecto en armonía en mi utero y todo bien...  al pasar a su escritorio le comente que tenia varias dudas sobre la separación de membranas..la primera sería si doleria... y me responde........   pues YA SE LAS SEPARE.... Y NO SINTIÓ NADA!!  Me dio una risa nerviosa... y ya no quise enojarme... en ese momento mesentíi agredida y mecayóo mal que decidió por mi pero.... ya no había nada q hacer y no dije nada..  llegue a casa 11 am aprox todo el tiempo mi marido presente y fue cuestión de 1 hora yo ya estaba con contracciones seguidas, intensas no podia dejar de moverme.....  sentía que avanzaba muy rápidodo, metí a bañarme y solo quería que estuviera ahí Samara.... cuando ella llega me relajé muchisimo... pues como no!!! con esos olores a lavanda que me ponia....  los masajes deliciosos... y yo moviendo mis caderas emocionada por conocer a mi bb.... estaba segura que el haria el trabajo por bajar y abrir mi vulva hasta sentirlo con mis dedos... lo visualice muchisimo!!!    yo sin darme cuenta de la decisión nos fuimos a la clínica recuerdo el camino doloroso pero no dejaba de abrazar a sam que iba atrás conmigo,  llegamos y fue un cambio innecesario, siento q en mi casa estaba mejor!!! pero ya estaba ahí y lo acepte, llega el Dr. me hace un tacto y tenia como 6 o 7 cms... padrisimo!!! sigo el mismo ritual con mi hipnoparto controlando los dolores, sonriendo feliz, no se en qué momento siento q se rompe poco la fuente... (yo juraba q era muchísimo) me pide el dr acostarme para OTRA REVISIÓN maldición... y ahí upsss “sin querer” termina de romper la fuente... tanto que me puso un recipiente para no manchar la cama... jure que Paolo nacería rapidísimo... me meto a la tina y estuve moviendome padrísimo.. dejándome consentir, con besos y masajes, agua en mi espalda, musiquita, todo increible PERFECTO!!.  


Llegue a 9 cms de dilatación, después de un rato llega para hacerme otra revisión... me sacan y me ponen acostada, me costaba trabajo y sentía algo que no estaba bien estar asi... la comunicación con mi bb siempre fue perfecta y el estaba incomodo... fue ahí donde notan que baja su ritmo cardiaco.... sobre todo cuando estaba yo acostada del lado izquierdo....   me habla de la cesárea por ser algo que podría lastimar a mi bebe aparentemente tenía SUFRIMIENTO FETAL, fue determinante mi decisión al decir... SIIII  si algo puede lastimarlo abranme en dos pedazos pero YA....  de tener la duda no lograré concentrarme nuevamente como lo venía haciendo...  esta noticia fue a las 5pm aprox... y se tardaron muchísimo entre la anestesia estuve en cama, luego después de horas, me pasan a quirófano, aparentemente estaba sucio y apenas lo desinfectaban o algo mientras yo estaba sola, ahora si con los dolores horribles, sentia q Paolo necesitaba el movimiento, y  fue hasta las 9.30 pm que empiezan con la cirugía.... ¿Qué médico pide cesárea porque tiene un bebé sufrimiento fetal y no lo hace más rápido?, tuvo demasiadas, demasiadas horas!!!!!   al nacer Paolo yo sentí una vibra de nervio en el cuarto, mi marido me apachurraba demasiado fuerte la mano, y yo empecé a preguntar si ya había nacido... ¿Por qué nadie me decía nada?, Dios mio lo vi muerto!!!  y ahi le rogué que me lo prestara para educarlo y verlo crecer, para cuidarlo y amarlo y me arrodille ante dios....(todo en un nivel espiritual) en el mundo terrenal yo le pedia explicación a los doctores, q no decían nada... NADA.. y mi marido mudo!!!  le pedía le fuera a cantar o hablar y solo decia NO con la cabeza... sam fue laúnicaa que dijo a lo lejos LA MADRE PIDE UNA EXPLICACION ¿QUE LE DIGO??   que estamos trabajando en eso... responde el pediatra...  ahi mi espiritu conectado con el de Paolo decidió cantarle en fuerte “witzy witzy araña, subio a su tearaña........”   y siento a mi marido inmediatamente respirar...  Paolo estaba haciendo pipi...  fue un signo vital!!!    y yo que deseaba que mi bb lo recibiera el mundo armónico... fué frotado con fuerza lastimando su espalda!!! fué estimulado con su bomba para que respirara!!! Fué desconectado del cordón umbilical que le daba todo el oxigeno q necesitaba por ignorancia médica!!!
Ya estaba ahí con nosotros, era perfecto perfectísimo, me lo pasaron de volada y pude darle un beso y decirle TE AMO PAOLO!!!     a las 10:15 pm
Me sentía llena de oxitocina...  positiva ante la experiencia...  ansiosa por saber como estaba Paolo, que solo mi marido y sam pudieron ver en cuneros inmediatamente...


Fue hasta el día siguiente 20 sept que me dejaron levantarme a verlo cargarlo....  y me sentía incapaz de cargarlo, las enfermeras saben mejor cómo sostenerlo, tenía nervio de todo....    me robaron mi poder y mi fuerza en ese quirófano...  me quitaron mi seguridad de amamantarlo en seguida....  pero lo fui sobrellevando....  a los 6 días salió de otro hospital donde estuvo con suero... monitoreado, (sin entubar ni nada) mejor pudo haber estado observado en mi pecho que es su hábitat natural .. pero en ese momento yo no tenía fuerza para exigir era una víctima más del poder de la bata blanca o azul de médicos fríos, con todo y que me habìa preparado.


Una vez que llego a casa Paolo, me dedique a darle todo el amor del mundo, pura Leche materna que como nos unio y nos sano.... muchas pláticas con él....una sesión mágica de hipnosis que tuvimos con Barbara Harper... otro angel enorme!!!   y muchos libros muchos estudios donde logré entender mi error perfecto!!! que hoy abrazo como mío... este momento que me mando el cosmos para aprender, confiar, y transmitir al mundo..... hoy tengo la certeza de que mi siguiente parto sera solo mío, soy un caso en donde las intervenciones no hicieron más que complicar las cosas... el Dr Gallegos en contra de mi voluntad y mis órdenes de mi trabajo de parto hizo muchas cosas...  inducir el parto, romper fuente, cortar el cordón (ahí Paolo tenia su oxigeno necesario)  Fue por eso que mi CESARIA FABRICADA fue dolorosa...


 
Hoy educo a madres a tomar decisiones por ellas mismas.... que cuiden uno de los momento más femenino, íntimo y divino que tenemos las mujeres de gestar, parir y alimentar a nuestras crías, vengan cabezones, de nalgas, de pies, más de uno, con el cordón de collar en su cuello, vengan como vengan sabemos parir.... tenemos el poder esta en nuestros genes....  y ellos saben nacer, en donde sea como sea, como otros testimonios perfectos y hermosos que ponen la piel chinita... TODAS podemos lograrlo...  somos mujeres y si pudimos embarazarnos podemos parir... sin miedos!!!
PARTERAS hay cada vez más gracias a dios!!!!

Hoy Paolo es perfecto!  Amamantado 1 año 10 meses!!  feliz, completo, divino, único, guapísimo,  mega inteligente! y yo segura de que le podré mostrar como se nace con amor viendo a sus hermanos nacer, para que ese recuerdo sea el más fuerte y lo haga suyo!!!


Le doy gracias a todas las mujeres que me llenan de fuerza dia a dia, gracias a mi madre por apoyarme y por haberme parido, a mi marido, a mi bebe, y a mami guia grupo divino que se ha formado gracias a muchas mujeres que como yo confiamos en nuestro poder mamifero de maternar!

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"Hermosos días de verano anuncian el nacimiento de Costa"

por Laura Amelia Guzman a 30 de Julio del 2013

Hace ya dos años que sucedió.
Después de un primer embarazo y parto muy fluido y saludable en la Republica Dominicana, mi país natal, cerca de mi familia;  me sentía con fuerzas para tener un segundo parto lejos de todo eso, lejos del hospital, en mi casa de Monterrey, que tenia muchísimo valor para nosotros, Israel, Bosco y yo, como nueva familia. Esta casa aun estaba en sus ultimas etapas de construcción, hasta la fecha había sido toda construida por manos de mi suegro en estrecha colaboración con mi padre e Israel en el diseño. Era verdaderamente nuestro hogar,  en la montañas, por encima de las nubes, en la entrada al parque nacional Cumbres de Nuevo León, a una hora de Monterrey.

Durante el embarazo no me había preocupado por nada, gozaba de plena salud y disfrutaba de mi estado de sobre manera, me ejercitaba caminando y con el yoga, y sobre alimentaba mi espíritu con mucha lectura intentado comprender a fondo mi transformación. Acabamos de llegar a México después de una temporada en Dominicana y no tenía idea de con que me podía topar en Monterrey, pero sabía que no podía ser menos que en Dominicana. Ya con mi primer parto me había lamentado no tenerlo con la partera, Judith, una mujer hermosa y tranquila que conocí en el DF ya quien no pude seguir viendo por un desplazamiento por trabajo a RD. Pero sabía que estaba lista para cualquier cosa. A dos o tres meses de la fecha de parto fue que empecé a visualizarlo. Como sería? Donde sería? No sentía necesidad ni ganas de ir al hospital; todo el embarazo, igual que el anterior, había sido muy saludable; me sentía muy bien; y tecleando palabras claves en internet di con la partera Doris Silva y por recomendación de un amigo cineasta con Samara Ferrara. Antes de eso llegué a angustiarme un poco, aunque muy poco para decir verdad, con respecto a mi primer embarazo, sobre todo por lo alejada que estaba nuestra casa de toda civilización. Pero al conocer a Doris y Samara sentí un gran alivio y tranquilidad, hubo química inmediata, y nunca me pusieron un “pero” por la distancia ni nada; eran pura disposición y alegría.

Lo teníamos todo medido, estábamos a media hora del hospital más cercano, a una hora de la casa de las parteras; nada podía suceder tan rápido como para no darles tiempo de llegar. Mis padres habían llegado dos semanas antes de la fecha prevista de parto, 12 de julio 2011. Juntos hacíamos caminatas matinales por el bosque, conocieron a Doris y a Samara, y rápido entraron en armonía con todo el plan. Doris es una partera con experiencia, que inspira mucha confianza y comprensión, y Samara, de mi edad, pero con un presencia tremenda que reboza amor y empatía. Estábamos listos esperando a Costa. Cada visita que nos hacían las parteras era una fiesta.

Ya pasada la fecha tan esperada, con una ecografía en mano que indicaba que todo estaba perfecto, los días de verano pasaban rápido, alejados del calor de la ciudad, disfrutábamos de las bondades del campo; caminatas por la cañada del fraccionamiento, baños en la cascadita, arreglos de flores silvestres, comidas ricas de en la terraza...

Una hermosa mañana, Israel bajó a Monterrey con la lista del super, en busca de un colchón twin y una lata de esmalte para seguir con la tarea que ocupaba sus días; la restauración de su propia cuna de bebe. Por un desacuerdo en el color me puse mas sensible de la cuenta y me negué a salir a caminar temprano con mi padre, como de costumbre. Como las 11 am, cuando la neblina se despejó, mi padre me lo volvió  a proponer y por suerte acepté. Hicimos una caminata hermosa subiendo la montaña, duró casi dos horas, y recogimos montones de flores, menta y poleo. Ya cuando veníamos bajando de regreso a la casa, con el sol del medio día, intenso, sentía que caminaba con las piernas mas abiertas que de costumbre; e hice un comentario al respecto “ay, yo como que toy jodía”. Al llegar acalorada a la casa me recosté y tomamos la frecuencia cardiaca del bebe con el doppler que Doris me había dejado hacía un par de días. Estaba muy irregular, pasaba de 120 a 160. La llamé y me comentó que me recostara y descansara, que era por el ejercicio que acaba de hacer y que volviera a tomarla dentro de una hora y media. Me llaman para comer; digo que no tengo hambre; al momento que lo digo, reacciono y pienso “que raro”, siempre tengo hambre. Entonces voy a la mesa, Cristi había preparado un guiso de vegetales. Me comí dos taquitos, de nuevo pienso “que raro”, normalmente me como seis. Me recuesto de nuevo, la frecuencia del bebe ya estable en 120. Mis padres se recuestan a dormir la siesta, y siento ganas de ir al baño. Tremenda diarrea “que raro”. Me recuesto, 3 pm, siento una contracción mas fuertes que las de braxton.
No tengo ganas de dormir, no me siento cansada “que raro”, al contrario, tengo mucha energía. Me pongo a arreglar las flores del paseo, a ponerlas  en tarros, botellas,  preparo un dip de betabel, y disfruto del silencio de la casa mientras los demás dormían y Cristi, casi imperceptible, limpiaba la casa y la dejaba como un papel de música, aun mas hermosa.

Cada 40 minutos sentía una de esas contracciones, pero no me impedían seguir con lo que estaba haciendo. Israel habla, agobiado por el calor y sus vueltas, le digo sutilmente que deje ya eso y se venga. “Aquí la tarde está hermosa, el sol pega en la terraza y Papu le está inflando la piscina a Bosco en la terraza”. Estaba demasiado alterado como para entender mi mensaje. No quise mencionarle nada de las contracciones para que no se viniera apurado en la carretera. 6:37 pm las contracciones me sacan de la piscinita donde Bosco me echaba agua y me ponen a caminar por la terraza; sentía alivio cuando el sol directo del final de la tarde abrazaba mi cuerpo, mi barriga, mi rostro. Mi madre agarra un papelito y empieza a contar las contracciones, llamo a Doris, “ven”, ya mi caminata se vuelve rítmica y constante alrededor de la mesa del comedor donde mi madre escribía. Isra por fin llega, me trae dos matas hermosas, citronella y chinola (también llamada maracuyá, pasiflora o fruta de la pasión), nos ponemos a trasplantarlas. Hay que llevar a Cristi, Isra todavía un poco agobiado por su travesía, y contrariado porque no le dije en el teléfono de mis avances, se va a llevarla y me avisa que bajará al pueblo a llenar el tanque de gasolina, que se le había olvidado. De paso mi padre le pide que pase por algo para el a la farmacia.

Me meto a bañar (no lo había hecho  al llegar al medio día) y sentí bien rico al recostarme en la tina con el agua calientita.  Le pido a mi madre acomode en mi campo visual mis flores y encienda vela de Citronella para ahuyentar los mosquitos. Ella traía suelta su gran melena recién lavada; empezamos en sentir olor a quemado, veo parte de su pelo en llamas , grito sin poder expresarme, y la jalo para que meta la cabeza al agua conmigo. Que risa, que olor! Ella pensaba que el grito era por una contracción. No podemos para de reír. Que momento para recibir a las parteras, “esto es una fiesta?” dicen, le hacemos el cuento, y se unen a las risas. “Shhhhhhh, ahí viene otra”, y cada vez están más fuertes, digo. Samara empieza a tomar el record de ellas, estaban cada 4 minutos. Tengo curiosidad de saber cuanto he dilatado, Doris me pide que me ponga en cuatro puntos y checa la línea purpura, 4 cm. Solamente! A la verdad me decepcioné un poco. Y a parte me dolió el cambio de posición, y mucho. Vuelvo y me recuesto en la tina. Samara me alentaba diciendo que no estaba nada mal para dos horas de trabajo de parto; inicié a las 6 pm y eran apenas las 8 pm. Ellas llegaron justo cuando caía el sol. Ya no tuve chance de salir a ver la luna, hacía dos noches estaba llena; mis compañeras del yoga quien había visto en la practica en el Cercado el día anterior, como sabias viejas de provincia, me anunciaron que Costa llegaría con el cambio de luna.  

Mis suegros también llegaron, y se conversaban con mi padre, que estaba ansioso en la terraza. Bosco también desnudo, entraba y salía del agua, del baño, como un mensajero, de la terraza al baño, tratando de acaparar la atención de todos.

Marea de olas cada vez más intensas, como una navegante, decidí subirme en ellas y aceptar su flujo; cuando llegaba una nueva visualizaba que estaba mas cerca y decía “bienvenida contracción”. Me ayudó mucho el agüita caliente que Isra y mi madre se alternaban para echar en mi panza, enorme y aforme por no decir deforme, que sobresalía del nivel del agua. Entre contracciones, me arrullaba tarareaba una melodía como de cuna, sin decir nada, solo vocalizando; a medida que acercaba la contracción, se iba convirtiendo en un “uuuuuuuuu, oooooooo, OOOOOO” muy grave; sonaba casi como un canto tibetano.

Me sorprendí al sentir ganas de pujar, pensé que era muy pronto, pero Doris me dijo que si tenía ganas que le diera. Dos o tres contracciones mas tarde, y un enorme grito aliviador, Costa estaba en el agua. No lo podía creer! Isra lo levantó, y Doris le quitó una vuelta del cordón que traía en el cuello. Todo me sorprendió, el color del cordón, azul profundo, Costa, tan bello, perfecto! Me lo pasaron a mi pecho, y mientras mi suegra gritaba de emoción, “por que no es así en el hospital????” decía, nosotros, bajo la luz de la vela, nos maravillamos en silencio de la belleza del momento. Al rato Doris le quitó una segunda circular y mas nada, solo lo limpió un poco con una toallita que le dejó por encima, y todos mirábamos extasiados a Costa, que tenía sus ojos grandes, bien abiertos y me miraba reconociéndome como su madre. Reconoció la voz de su padre y de su hermano Bosco que decía con su vocecita de quien está aprendiendo a hablar “ Hermanito, tiene hambre, quiere comer” y le trajo y bote de nueces de la india que intentaba poner en su boca, y al hermanito no abrirla, se las comía el, mientras miraba el espectáculo. Costa estaba cerca de mi pecho, pero no le interesaba aun mamar, solo olía, y reconocía.

Después de 45 minutos de nacido, Israel, con indicaciones de Doris, cortó el cordón y le pasé a Costa mi madre; ahí fue cuando escuchamos su llanto por vez primera. Salí del agua, que ya estaba cambiando de color, y fui a la habitación. Me senté en un banquito de parto para provocar la salida de la placenta, pero no fue hasta que todos salieron de la habitación y nos quedamos solos, Isra, Costa y yo, y Costa se agarró de mi pecho y tomó el primer colostro, que sentí  una contracción fuerte y avisé que venía la placenta. Costa agarró ese pecho como si fuera un experto y hasta el día de hoy no lo ha soltado.
Gracias a todos los que estuvieron presentes por compartir conmigo el evento más empoderador de mi vida! Gracias Isra por apoyarme en todo y ser el mejor padre y compañero del mundo, a mi padre por confiar en mi a pesar de sus temores, a mi madre por transmitirme la sabiduría de ser mujer, hija y super madre, a mis suegros por ser estupendos padres y abuelos, y a mis parteras por ser maravillosas!